
Narrativa central: Negociación, no rescate
La salida de los opositores venezolanos refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas no fue el resultado de una operación de rescate internacional, sino de una negociación directa entre las partes involucradas. Cabello ha sido enfático en negar cualquier intervención militar o acción encubierta extranjera, desestimando las versiones promovidas por la oposición y por gobiernos como el de Estados Unidos.
Justificación y control del relato
Se sostiene que los opositores permanecieron en la embajada por decisión propia, motivados por promesas de un rescate inmediato que nunca se concretó, lo que llevó a un deterioro emocional y a divisiones internas entre los asilados. Según Cabello, la permanencia en la sede diplomática fue utilizada por la oposición como un acto de propaganda y victimización, pero finalmente, ante la imposibilidad de obtener un salvoconducto o apoyo externo efectivo, se optó por una salida negociada.
Cabello también minimiza el número de asilados, asegurando que solo cuatro permanecían en la embajada al momento de la salida, ya que Claudia Macero habría abandonado la sede en agosto de 2024. Esta precisión busca restar dramatismo a la narrativa opositora, que habla de un grupo mayor y de una operación “impecable”.
Responsabilidad y legitimidad
El discurso recalca que el gobierno venezolano nunca forzó la entrada ni la permanencia de los opositores en la embajada, y que cualquier daño o situación irregular en la sede diplomática es responsabilidad exclusiva de quienes allí se refugiaron. Además, se insiste en que la salida fue pactada y no impuesta, y que quienes afirman lo contrario simplemente no participaron en la negociación o buscan manipular la opinión pública.
Cabello incluso menciona la participación de Corina Parisca, madre de María Corina Machado, en las conversaciones, lo que refuerza la idea de que la oposición estuvo involucrada activamente en el proceso y que no hubo ningún tipo de “rescate heroico” por parte de actores externos.
Desgaste opositor y victoria simbólica
El episodio evidencia el desgaste de la estrategia opositora, que habría apostado por una épica de rescate internacional que nunca se materializó. El chavismo presenta la salida negociada como una muestra de control institucional y de capacidad para resolver crisis diplomáticas sin ceder ante presiones extranjeras ni aceptar imposiciones.
En este sentido, la narrativa oficial busca transformar un episodio potencialmente negativo -el asilo prolongado de opositores en una embajada extranjera bajo asedio internacional- en una victoria simbólica, en la que el gobierno no solo preserva su autoridad, sino que además pone en evidencia la falta de apoyo real y la desorganización de la oposición.
Conclusión
La salida de los opositores de la embajada argentina fue el resultado de una negociación política y no de una operación de rescate, y demuestra tanto la debilidad de la oposición como la capacidad del gobierno para manejar situaciones complejas sin ceder soberanía ni aceptar injerencias externas. El control del relato y la minimización del impacto mediático forman parte de una estrategia para reafirmar la legitimidad y el control del Estado sobre la narrativa nacional e internacional.